Xayaburi será la primera de un total de once represas en el río Mekong. Estaría situada en Laos y generaría 1.260 MW de electricidad para la vecina Tailandia. Ya al principio de este año, Salva la Selva junto a otras organizaciones ambientales y sociales que trabajan en la región del Mekong protestaron con éxito en contra del proyecto. En abril, entregamos en Berlin y París 15.000 firmas en contra de Xayaburi en las embajadas de Laos y Tailandia. Los cuatro gobiernos de Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam aplazaron poco después las decisiones acerca del proyecto. Estas debían esperar más asesoramiento en futuras reuniones ministeriales.

Pero aún así, Laos ha hecho público que por su parte piensa comenzar con la construcción de la represa a finales de año. El país atenta así contra las decisiones comunes, de planificar conjuntamente el futuro del Mekong. Los cuatro países formaron ya en 1950 una agencia intergubernamental, la Comisión del Río Mekong MRC con este propósito. Entre otros objetivos, esta debe defender el desarrollo sostenible del río.

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Patagonia Chilena Sin Represas es una campaña de oposición a los mega proyectos hidroeléctricos que se pretenden llevar a cabo en la Patagonia Chilena, ignorando que una parte considerable de sus ecosistemas más espectaculares y extraordinarios se encuentran en su sector occidental, es decir, en territorio chileno.

Patagonia Chilena Sin Represas incluye ensayos, propuestas y reflexiones sobre los principales problemas que ha sufrido la Patagonia Chilena en su pasado reciente, y los que amenazan su futuro. Es justamente por esto último que también se presentan ideas y alternativas respecto de opciones de desarrollo para esta macro biorregión, que tienen como ejes, el respeto a la integridad ambiental de su naturaleza y a su identidad cultural.

Se exponen a continuación las malas prácticas históricas que han causado un severo deterioro de los ecosistemas patagónicos, originando una importante pérdida de su valor ambiental, tales como los incendios, el sobrepastoreo, los caminos mal hechos, las prácticas forestales degradantes, la introducción de especies invasoras de flora y fauna, la erosión, entre otras.

Hoy día se presentan nuevas amenazas al territorio de la Patagonia, iniciativas a través de las cuales pareciera que se intenta dar el golpe de gracia a tan única naturaleza y cultura.Llos megaproyectos hidroeléctricos de Endesa/Colbún, que con sus inundaciones y obras anexas, destruirían cuencas de valor ambiental incalculable, contribuirían a la extinción de especies como el huemul, emblema de nuestro escudo nacional, afectarían una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo, afectarían el clima, acelerando el derretimiento de glaciares, ventisqueros, comprometiendo recursos hídricos compartidos con la República Argentina.

También se describen y simulan los enormes impactos que podría tener la línea de transmisión más larga del mundo, que pretenden construir en caso de concretarse los proyectos hidroeléctricos en Aysén. Las gigantescas torres y sus cables perturbarían severamente los paisajes y ecosistemas, no tan sólo de la Patagonia, sino también de ocho regiones del país, más de doscientas comunas, miles de predios y decenas de áreas protegidas en su recorrido desde la Región de Aysén hasta Santiago. La pérdida de valor escénico afectaría principalmente al turismo, primera opción de desarrollo económico de la Región de Aysén.

Más de 2.235 kilómetros de cables para inyectar más energía ‘barata’ a la ya saturada y sobrepoblada capital del país, para que ésta siga creciendo irracionalmente, contaminándose a sí misma y contaminando su entorno a cientos de kilómetros a la redonda sin remisión. Todo esto en absoluto desmedro de las regiones —subordinadas a un patológico centralismo— que seguirían pagando los costos de un modelo económico gobernado sólo por el mercado y las grandes empresas. El sistema se encuentra aparentemente cautivo de una crisis energética que es precisamente la consecuencia de este mismo síndrome [...]

Más información y material de difusión

22 de Marzo es el Día Internacional del Agua. Hemos pensado que en esta ocasión, será bueno apoyar a los pueblos que viven a las riveras del río Xingu, que desde hace 20 años se oponen a la construcción de la hidroeléctrica Belo Monte.

Recientemente, se ha concedido un permiso de obra para la represa de parte del estado que es cuestionado por los afectados. No ha habido consulta con las comunidades indígenas afectadas, ni ninguna clase de debate público.

Envíe un mensaje al gobierno brasilero exigiendo que se respete la Constitución y que se revise la reciente decisión de dar paso al proyecto Belo Monte. Un modelo de carta se encuentra en nuestra página web